El principio de la vida comienza en el vientre y también comienza ahí el final.

Hipócrates, médico de la antigua Grecia, considerado padre de la medicina, escribió «todas las enfermedades se inician en el intestino». Dos mil cuatrocientos años después, el médico Ilia Méchnikov, uno de los pioneros en inmunología, premio Nobel de medicina, escribió «la muerte se inicia en el colon».

Hoy en día cada vez hay más investigaciones que demuestran que la microbiota, todo eso que vive en nuestro intestino, cumple un papel fundamental en muchos procesos fisiológicos y también en la aparición de muchas enfermedades crónicas y degenerativas de hoy en día, como el síndrome del intestino irritable, colon irritable, problemas neurológicos como alzheimer, autismo, esquizofrenia, ansiedad, depresión, enfermedades reumatoides, enfermedades cardiovasculares, tiroides, enfermedades y reacciones inmunológicas como alergias al polen de las flores u otras alergias alimentarias, la celiaquía, esclerosis múltiple, fibromialgia, cáncer, etc, etc. Como ves una larga lista de enfermedades que se está comprobando cada vez más, con múltiples investigaciones, que tienen su base en el intestino y en la alimentación su prevención y su cura.

Con este dato se va a entender mucho mejor. La serotonina es un neuromodulador fundamental del sistema nervioso del ser humano y regula procesos como el estado de ánimo, la percepción, la recompensa, la ira, la agresión, el apetito, la memoria, la sexualidad y la atención. El 90% de la serotonina es producida y utilizada en el intestino. Ahora quizá te resulte aún más claro que muchos síntomas psicológicos tengan un origen en la microbiota y por qué muchas enfermedades del intestino van asociadas a la depresión.

Lógicamente todo esto ocurre de una manera multicausal, respecto a estilo de vida, estrés, alimentos ingeridos demasiado procesados, carnes y pescados de cría, alimentados con comida de no mucha calidad y con antibióticos, los propios antibióticos que utilizamos a lo largo de nuestra vida, la falta de ejercicio, sumado todo ello con una microbiota con la que hemos nacido, que ya de por sí quizá no era muy rica, pues generación a generación se va empobreciendo por las misma razones comentadas arriba.

Voy ahora a hablarte del círculo vicioso que se ocasiona con la ansiedad, y su relación con la alimentación. Evidentemente cuando estamos mal de la tripa puede que eso nos preocupe, estaremos físicamente débiles, quizá ansiosos o deprimidos, es lógico, pero se suman otros factores que suceden antes y luego se retroalimentan creando el círculo vicioso. Imagina ahora una persona con una microbiota no muy rica y equilibrada, se sospecha que en general, quien más quien menos, no la tiene excelente. Pues bien, es posible que algunos alimentos no los tolere bien, de esta manera lo que el intestino no absorbe bien, no sólo se pierden gran parte de sus nutrientes sino que lo no digerido pasa como tóxico al torrente sanguíneo, que también pasa por el cerebro, y esto es lo que puede causar trastorno obsesivo-compulsivo, cualquier otro tipo de problema de ansiedad o depresión, además de cualquier otro problema neurológico como Alzheimer, autismo, problemas de concentración, hiperactividad, etc.

A todo esto se suma que muchos productos no son lo que eran y el cuerpo no está preparado para digerirlo bien. Este es el caso del trigo, el cual ha sido alterado genéticamente ya hace mucho tiempo. Además el gluten que contiene el trigo está casi en todas partes y no nos damos cuenta de la cantidad que podemos ingerir, siendo excesiva normalmente.

Pero no se queda ahí la cosa. Cuando no digerimos bien, especialmente el trigo o la leche, se convierten en opiáceos en nuestro organismo, que resulta tremendamente adictivo. Por otro lado, tenemos el azúcar, sobre todo la blanca y procesada, que también es muy adictiva. Esto crea una situación en nuestro cuerpo de manera que nos pide más de esos alimentos, creándonos ansiedad por consumirlos. Esto nos lleva a consumir más, cosa que crea un círculo vicioso perfecto para que la persona se encuentre cada vez peor y encima se culpabilice por ello. Este círculo vicioso está en la base de muchos problemas de obesidad que, incluso comiendo poco, al no tener una buena microbiota, el cuerpo no procesa bien los alimentos, los almacena en forma de grasa como mecanismo de urgencia para que no genere otros problemas peores.

¿Dónde quiero llegar con todo esto? pues no sólo a informarte de algo que me parece crucial sino también para invitarte a reflexionar sobre importancia de tener cogidas las riendas tu salud y no dejarla sólo en manos de los demás o sólo en manos de los médicos. La relación médico-paciente es muy importante pues es vital la escucha por parte del médico de todo lo que el paciente refiere y poder tener una visión global del cuerpo humano para pensar en las posibles causas de los síntomas, y no sólo pensar en lo que tiene que ver con su especialidad. Para ello es importante una relación de escucha y confianza en la que médico y paciente, incluso familiares, trabajen pensando en equipo.

La ciencia médica ha acumulado una cantidad enorme de información a través de los años, ningún médico en el mundo puede conocerlo todo con detalle, por eso se especializa en un área particular, convirtiéndose en un experto en ese área. Sin embargo, los propios médicos han detectado que esto a su vez genera problemas, de manera que cada especialista tiende a prestar atención a los órganos que mejor conoce e ignorar el resto del cuerpo. Se olvidan de que cada órgano del cuerpo existe y trabaja en relación con el resto del organismo.

El cuerpo vive y funciona como un conjunto donde cada sistema, órgano, tejido y célula dependen unos de otros, afectándose y comunicándose entre ellos, no podemos examinar, y mucho menos tratar, un órgano sin considerar también al resto del cuerpo.

De la misma manera la tendencia académica de la Psicología ha hecho lo mismo, creando especialidades o escuelas como la conductual, que atiende sólo a la conducta, olvidándose de los pensamientos y de las emociones, o la cognitivista, que atiende sólo a los pensamientos, o la humanista, que atiende sólo a las emociones. Sin embargo, cada ser humano está formado por los tres ejes conducta-cuerpo-instinto, pensamientos y emociones. Por tanto, los psicólogos también tienden a centrarse sólo en el eje de lo que pueda ser su propia especialidad, olvidando a veces la relación tan estrecha con los otros dos ejes.

Por estas razones es de crucial importancia que te entrenes y aprendas a aprender, también a pensar de manera global. Al fin y al cabo lo que te estoy diciendo es que es importante esforzarse por utilizar una capacidad que ya posees y que no siempre se utiliza, de hecho no es muy común, y es la capacidad de pensar de manera sistémica, teniendo en cuenta todas las posibilidades y aprendiendo a darte tu tiempo para pensar y reflexionar de forma clara sobre tu salud global y sobre el poder que tienes sobre ella. Pensar de esta forma clara te evitará pasar más tiempo dejándote arrastrar por los pensamientos irracionales y obsesivos por tu salud, porque mientras piensas en lo peor, poco probable e irracional, puede que no estés escuchando algunas cosas que tu cuerpo te dice en este momento y que tienen un fácil remedio ahora. Escucha tu cuerpo con serenidad y sabrás leer sus mensajes.

Ahora te invito a ver mi último vídeo sobre las apasionantes lecturas que últimamente he hecho y que han cambiado mi concepción de muchas cosas importantísimas para la salud.

Espero que todo esto te resulte de utilidad y que puedas compartir aquí cualquier duda o inquietud. Entre todos surge lo más valioso del aprendizaje y entre todos seguimos avanzando, aprendiendo a vivir felices y con salud.

 

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