Si pudiéramos parar el tiempo mientras sube el agua de la fuente a través de los rayos del sol… ¿en ese instante nos permitiríamos imaginar cómo queremos vivir nuestra vida, sintiendo la libertad y el poder de decisión que tenemos, poniendo al miedo a nuestro servicio para conseguir nuestros sueños, en vez de dejar que él nos secuestre?
3 Gymnopédies
, 6 Gnossiennes de Éric Alfred Leslie Satie.

Estábamos en clase de Historia de la Psicología y, como de costumbre, la gente estaba aburrida, incomprensiblemente para ellos a mí me apasionaba saber cómo habían ocurrido los cambios de paradigma en Psicología. Todo comenzó con el psicoanálisis, luego el conductismo y lo medible como única realidad, la experiencia subjetiva ya no existía para ellos, con suerte el paradigma cognitivo también incluía los pensamientos, el humanismo rescataba la experiencia subjetiva y el trabajo con las emociones.

Pero volví a mirar a Rendal y otra vez estaba con esa cara triste, como si nada pudiera hacer en el mundo, como si no tuviera ningún tipo de poder para cambiar las cosas en su vida.

– Yo: oye Rendal, ¿cómo te va con la terapia de la facultad?

– Rendal: bueno luego te cuento…

Acabó la clase y nos fuimos a tomar algo a la cafetería. Cuando ya estábamos sentados comenzó a contarme.

– Rendal: mira es que he descubierto que es el miedo el que más me bloquea en mi vida, tengo miedo a todo y no sé cómo hacer, aún estoy intentando entender lo que me dice la terapeuta porque no es fácil para mí empezar a ver las cosas de otra manera llevando 20 años viéndolas a la mía, la que sé.
– Yo: ¿pero qué es lo que te dice la terapeuta?

Rendal comenzó a recordar y fue relatándome:

– Terapeuta: entra Rendal, siéntate, ¿cómo ha ido la semana?

– Rendal: eh…bueno, ya sabes como siempre, bloqueado con muchos miedos. Aún no entiendo eso que dices de escuchar al miedo, a mí lo único que me dice siempre es que salga corriendo. Y claro no es cuestión de hacerle caso en eso ¿no?.
– Terapeuta: no claro, a no ser que alguien vaya a atacarte. Ese miedo del que hablas parece que es ya demasiado intenso y fuera de lugar, no muy ajustado a las situaciones en las que se da, puesto que no hay peligro real como dices. Entonces así es como se manifiesta desde la sombra, desde el rechazo. Tú me has contado que viviste situaciones muy traumáticas en tu vida y ahí el miedo ¿cómo actuó?

– Rendal: bueno pues ahí si no hubiera sido por el miedo no hubiera sabido protegerme como lo hice.
– Terapeuta: interesante Rendal, así es que estás reconociendo cómo hizo un buen trabajo en esas ocasiones.

– Rendal: sí, totalmente.
– Terapeuta: pero es como si al conseguir tanto éxito en tu protección en aquel momento en el que había amenazas, hubieras decidido que de la misma manera tenías que protegerte siempre para sobrevivir, para que no te volviera a pasar nada malo.
– Rendal: eso es, lo que pasa es que ahora no tengo nada que ponga en peligro mi vida y sigo con los mismos miedos.
– Terapeuta: ¿qué te gustaría entonces?
– Rendal: pues que mi miedo fuera más ajustado a la realidad y que no me bloquee con tantas cosas que me gustaría hacer.
– Terapeuta: claro, eso sería fantástico, ¿cómo crees que el miedo puede aprender a ser más ajustado a la realidad?
– Rendal: pues creo que cuanto más agradezca su trabajo y lo reconozca, es decir, cuanto más le escuche y le deje hacer su trabajo en las mejores condiciones mejor trabajaremos en equipo. Creo que él sabe muy bien dispararse instintivamente cuando de verdad hace falta pero yo le tengo tanto miedo que no le dejo, es como que le bloqueo y no le dejo hacer bien su trabajo.
– Terapeuta: eso es muy interesante. Así es que tienes miedo al miedo.
– Rendal: pues sí, es cierto, es como si creyera que si le dejo hacer su trabajo en realidad me fuera a ocurrir algo malo, porque mi experiencia es que se dispara y entonces me da un ataque de ansiedad.
-Terapeuta: claro, entiendo, pero ahí no es que le estés dejando hacer su trabajo sino que está ya muy acumulado en tu interior y con cualquier estímulo se dispara desde la sombra, como una olla a presión, no es que tú le dejes salir, sino que sale sin tu permiso y te atrapa.
– Rendal: ¡eso es!, ¿cómo lo sabías?
– Terapeuta: bueno es que funciona siempre así cuando lo metemos en la sombra. Me alegro de que vayas entendiendo su funcionamiento porque en realidad sólo tú puedes hacer algo para que sea un miedo integrado y trabaje al servicio de tu felicidad.
– Rendal: sí eso es lo que yo quiero, ser feliz.
Rendal no lo sabía pero yo aprendía tanto casi como él con su terapia, y aunque no fuera lo mismo que hacerla en directo, en primera persona, me estaba ayudando a saber cómo narices funciona la mente y a conocerme por fin.

 

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