El punto de evolución en el que se encuentra una disciplina puede ser también un marcador del punto de evolución en el que se encuentra la sociedad o bien hacia dónde camina. Vamos a ver cuáles son las últimas tendencias en la psicología y podremos dilucidar un poco el camino de la evolución de nuestro pensamiento en sociedad.

A lo largo de la historia de la Psicología como ciencia han surgido varias corrientes, cada una de ellas se centra sobre todo en el estudio de uno de los ámbitos de la persona.

Así el psicoanálisis se centra en la infancia y en descubrir el origen de una problemática; el conductismo se centra en la conducta como origen del problema y así sólo trata la conducta; el cognitivismo cree que el origen de los males son los pensamientos y, por tanto, es necesario su tratamiento; el humanismo se centra sobre todo en el trabajo con las emociones y el sentido de la vida; la terapia sistémica y familiar se centra en el tratamiento del grupo como sistema para solucionar los problemas. Hay más tipos de terapia pero vamos a quedarnos con estos tipos básicos.

La ciencia de la psicología, tanto en su vertiente de tratamiento de lo externo y objetivo, como la conducta, como en su vertiente de tratamiento de la experiencia interna y subjetiva, como en el psicoanálisis o el humanismo, ha evolucionado con sus estudios científicos y últimas tendencias encaminadas a demostrar una mayor efectividad en la práctica clínica y la psicoterapia.

Los últimos estudios y tendencias de las universidades más avanzadas abren cada vez más su ámbito y sus conclusiones se vierten hacia la complementariedad de las distintas corrientes y orientaciones en psicología. Parten de una visión científica y escéptica en el sentido de independencia de pensamiento, con el objetivo de encontrar una mayor efectividad en los tratamientos y una evolución de la psicología como ciencia en el sentido amplio.

Por su parte, las diferentes escuelas en psicología que se nutren de la formación privada, en ocasiones no gozan de la misma independencia y así cada una pone un énfasis especial en que su escuela es la que mayor efectividad tiene en sus tratamientos y para todos los casos.

Son muchos los estudios hechos sobre la efectividad de un tipo de terapia u otro, sin embargo, también se ha demostrado que el efecto de la terapia no depende tanto del tipo de terapia como del propio terapeuta y del vínculo terapéutico que se establezca con la persona a tratar. 

No obstante podemos tratar uno sólo de los ámbitos de la persona y conseguir buenos resultados a corto plazo, consiguiendo así que los síntomas por los que la persona fue a terapia remitan, sin embargo, puede que, en algunos casos no demos con la causa de problema y en poco tiempo se manifiesten otros síntomas psicológicos diferentes.

Los últimos estudios se decantan por comprobar la complementariedad de diferentes tipos de terapia según el caso lo requiera, sobre todo, poniendo el énfasis en la individualidad de cada caso y en el conocimiento de las tendencias de personalidad.

El conocimiento de las tendencias de cada personalidad es clave para entender los diferentes desórdenes que pueden existir en la práctica de la psicoterapia y también para entender el crecimiento personal, sin necesidad de que haya un desorden.

Es lo que lleva años ofreciendo en su obra el psicólogo estadounidense Theodore Millon, una de las autoridades internacionales en el ámbito de los trastornos de la personalidad. Creador de los ampliamente utilizados cuestionarios para la evaluación de la personalidad y miembro clave de los comités sobre trastornos de personalidad del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-III y DSM-IV).

En su libro Trastornos de la personalidad en la vida moderna muestra una evaluación de las tendencias contemporáneas, siendo el enfoque más extendido hoy en día entre los terapeutas un eclecticismo técnico, es decir, una apertura a la hora de utilizar, en la práctica de la psicoterapia, diferentes técnicas que provienen de diferentes escuelas en psicología, según se vea qué es lo más adecuado en cada caso.

No obstante ya comienza a hablarse de una forma de trascender este mismo eclecticismo, el siguiente paso es apostar por las terapias integracionistas, de las que habla Millon, así ese eclecticismo se transforma en algo estudiado, planificado y explícito, de manera que se aplica una combinación de diferentes técnicas que se demuestran las más adecuadas dependiendo del caso a tratar.

Según Millon la terapia, tanto si es psicoanalítica, cognitiva, conductual o biológica, cada una de ellas constituye sólo una visión parcial de la naturaleza humana:

«La terapia debería estar tan integrada (y, por tanto, resultar tan eficaz) como integrada y estable es la personalidad.»

«Las personalidades son como cuadros impresionistas. A cierta distancia, cada persona parece hecha «de una pieza»; desde más cerca, constituye un desconcertante entramado de estados de ánimo cogniciones e intenciones.»

«En la psicoterapia integracionista, el hecho de tomar prestadas o de entrelazar técnicas pertenecientes a perspectivas diferentes permite un alcance espectacular; partiendo de que la personalidad es cognitiva, interpersonal, psicodinámica y biológica, la naturaleza de su propio constructo impone que las técnicas se extraigan de diferentes perspectivas, según las necesidades.»

 

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