William James, fundador de la psicología funcional en el siglo XIX, ya nos hablaba de la atención: «la facultad de dirigir deliberadamente nuestra atención errante, una y otra vez, constituye el fundamento mismo del juicio, el carácter y la voluntad».
William James, a comienzos del siglo XX, se convirtió en el primer profesor de psicología de Harvard, sin embargo, en la actualidad, en la facultades de psicología, no se nombra una parte importantísima de su obra. Hubo un momento en el que pasó de moda, un ansia por todo lo científico pero entendido como algo cerrado «lo que no se puede ver ni medir no existe», hizo que todo lo que se refería al mundo interior y subjetivo de la persona dejara de existir para la ciencia, por tanto, el concepto de ciencia y de lo científico quedó en este caso absolutamente reducido. Si alguien se salía de esta forma de entender las cosas, ni siquiera para comprobar, para experimentar, se jugaba su carrera profesional.
No obstante, tanto Daniel Goleman, autor que popularizó el término Inteligencia Emocional, quien fue profesor de psicología de la Universidad de Harvard, como Richard Davidson, reconocido profesor de psicología y psiquiatría en la Universidad de Wisconsin Madison, continuaban haciendo sus investigaciones personales, entrenando sus mentes con el cultivo de la atención a través de la práctica de la meditación, ya desde la década de los 70.
Hoy en día el escenario es bien diferente, hay una apertura a la investigación de todo cuanto tiene que ver con nuestro cerebro y con nuestro bienestar, son muchas ya las investigaciones mediante Tomografía Axial Computarizada para ver los efectos del cultivo de la atención en nuestro cerebro. La ciencia comienza a sacar algunos resultados sorprendentes y esperanzadores, pero con la moderación y precauciones que todo estudio científico requiere. Este libro muestra la búsqueda sincera de los autores respecto a lo que es verdad y lo que no en el cultivo de la atención.
Uno de los descubrimientos más apasionantes de la actualidad es que hay muchas formas de entrenar la atención y que cada una de ellas moviliza un perfil neuronal distinto.
Hoy quiero introducir el programa desarrollado por el doctor Jon Kabat-Zinn en la Escuela de medicina de la Universidad de Massachusetts. Este programa por su siglas en inglés se llama MBSR, en español REBAP: reducción del estrés basada en la atención plena. Se trata de un programa estructurado que utiliza técnicas de atención plena orientado a aliviar el dolor y mejorar el bienestar físico y emocional de personas que padecen diversas enfermedades. Las raíces de estas enseñanzas están en el budismo.
Hoy en día este programa lo siguen miles de personas que, sin padecer ninguna enfermedad, disfrutan de los beneficios que aporta a su vida. Pero lo cierto es que todos los tipos de meditación pasan por el mantenimiento de la atención de una u otra forma.
Te invito a probar un sencillo ejercicio, sería el primer ejercicio que este programa MBSR propone. Elige una tarea de tu vida cotidiana, ya sea lavarte los dientes, ducharte, desayunar, subir las escaleras o cualquier otra que hagas todos los días. Decide ahora, siempre que la realices, hacerlo con plena conciencia, poniendo todos tus sentidos en ella, disfrutándola y notando tu cuerpo plenamente.
Esta será la mejor manera de empezar a distinguir cuándo estás en modo piloto automático (o modo orientado a la acción) y cuándo estás presente plenamente. En distinguir la diferencia está el aprendizaje y este es un buen comienzo para que puedas disfrutar tú también de las ventajas de este programa.
Si lo pruebas ya me contarás cómo te ha ido. Hasta el próximo artículo sobre la atención, queda mucho por saber.