Cuando desconectamos de nuestro mundo interior de sensaciones corporales, de pensamientos y de emociones, esto nos lleva a diferentes problemas como la desconexión con los demás y como consecuencia a la soledad.
Cuando nos dejamos arrastrar por este mundo interior, también tenemos problemas como creer que estamos enfermos con cualquier sensación corporal, como dejarnos llevar por nuestros pensamientos negativos y que no se ajustan a la realidad, o como dejarnos arrastrar por un sentimiento de tristeza creyendo que nos muestra toda la verdad de nosotros o de nuestro entorno.
La conexión sería ese punto medio en el que somos capaces de dar espacio a esos tres elementos para que sucedan con fluidez, además somos capaces de observarlos con la suficiente distancia y de relativizarlos con flexibilidad, de esta manera podemos tomar las decisiones necesarias en cada momento y así desarrollar un buen trabajo en equipo en nuestro interior.